Bueno, para esta semana, como bien han
comentado nuestras compañeras, nos ha tocado al par de chicos del grupo, Eduard
y Adrián realizar el rol de estrellas y defender una de las posturas en el
debate realizado este lunes pasado sobre distintos temas acerca de las redes
sociales.
Lo
hicimos lo mejor posible, un poco dudosos al comienzo, por los nervios, la
primera vez de esta experiencia, pero a la vez, muy enriquecedora y motivadora
para que, en próximos debates, ir preparados desde un principio y con seguridad
en defender nuestra postura con uñas y dientes hasta el final, como decimos
siempre, de todo se aprende.
Ya hablando de la postura que realmente
tenemos acerca de los temas tratados en el debate, que fueron: edad de entrada
permitida en redes sociales, identidad digital y seguridad frente a hábitos
saludables, queremos decir que, por supuesto estamos a favor de la edad mínima
permitida de 18 años en redes sociales, tratando de paliar temas como el
ciberbullying, pérdida de la intimidad y un sinfín de problemas que conlleva la
baja responsabilidad que pueden tener chicos y chicas de la edad con la que
comienzan a entrar en redes sociales, siendo esta de 9 a 12 años, una edad
insólita, ya que, en gran parte de sus actos, no son conscientes de las
reprimendas que pueden conllevar el estar inmerso en este mundo tan grande
lleno de cosas buenas, por supuesto, pero también de cosas muy malas si no se
saben controlar. Pero no por ello ponemos el énfasis en que la solución al
problema es el poner más tarde o más temprano
la edad de entrada, pues pensamos que existe un problema de base y es la
educación, no solo de los chicos y chicas, si no de los tutores de éstos. Pues
una sociedad educada no tiene por qué tener problema alguno en tener acceso a
la redes sociales, al igual que en otros
aspectos, y el poco control que se ejerce sobre el uso en éstas y la utilidad
que confiere a las personas da vía libre a lo que comentamos. ¿Pero quién pone
el límite sobre cuando es posible acceder a estas redes sociales? La mayoría de
estas tienen unas condiciones de uso que como comentamos en el debate, pocas
personas leen, y es más, si se leen, la
mayoría de las personas nos interesa bien poco lo que ello pueda acarrear. Si pensamos
un poco en la sociedad en la que vivimos, estamos constantemente “bombardeados”
por nuevos avances en las nuevas tecnologías y en general todo lo que nos
rodea, y como suele ocurrir, comprendemos estos avances una vez ya están dentro
de nuestras vidas y se desarrollan, adaptándonos entonces a ellos. (algo
semejante a la metáfora de quién controla a quién, el hombre a la máquina o la
máquina al hombre).Tomamos por bueno todo lo que surge y tiene una utilidad a
priori para mejorar algún aspecto de nuestras vidas, y aquí hay que destacar como
entra en juego la estrategia de venta y salida del producto. Luego nos
acomodamos, y empezamos a ver como esa utilidad a priori tan maravillosa ha
convertido al “90%” de los jóvenes en reclusos
de un mundo virtual e insano, dando rienda suelta a todo tipo de
consecuencias del sedentarismo y acomodamiento en la red. Pensamos que para un
futuro, la educación desde niños, si es que el fenómeno de las redes sociales
es tan usual, deberá ser educada de una forma ética y consecuente al bienestar
individual y común, teniendo que concretar bien las necesidades que como
personas tenemos para socializarnos, al igual que en todo su conjunto. De no
ser así los problemas que acarrean el uso de las redes sociales en edades
tempranas y juveniles creemos que persistirán, y es probable que las virtudes
de su uso empiecen a desaparecer,
perpetuando un modelo de aprendizaje propio en la red, tan libre, como
expuesto a cualquier factor de riesgo sin demasiada posibilidad de rechazo.
Así pues queremos defender los hábitos saludables,
es decir, enseñar desde muy pequeños a los niños y niñas el buen manejo de toda
la información que conlleva el mundo de Internet y de las Redes Sociales para
su buen uso, con fines y objetivos de aprendizaje y educativos hacia ellos/as.
Y esto pasa también por el desarrollo de su identidad en esta red, la cual
obviamente si existe un proceso continuo de educación y valores de compromiso y
desarrollo de la persona, irá encaminada a la muestra real de cada uno sin más
ni menos importancia que la que nos hace a cada uno de nosotros mismos, íntegros pero seguros. Para finalizar voy a relatar algo de lo que me siento orgulloso actualmente y es la siguiente experiencia:
Cuando era niño, como todos, era muy curioso, y en mi casa teníamos un ordenador, el cual tenía la pantalla negra y las letras verdes. Por suerte en mi casa había ordenador y pude aprender a usarlo desde muy temprano. Sin embargo todo hay que decirlo, mi ordenador tenía un uso, y era el de archivar el trabajo de mi padre, profesor y gestionar sus tareas de una forma adecuada. En esa época no teníamos internet, pero había otros "vicios", por llamar al mal uso de este, y eran los videojuegos. Los cuales paradógicamente, en la actualidad se ve las aportaciones y virtudes al desarrollo y aprendizaje de los niños, pero que como en las redes sociales también tiene un mal uso y se encuentran clasificados por contenido en edades. Lo cual no exime de su uso, solo la advertencia y la negativa a venderlo por el dependiente de la tienda. Todo esto lo cuento porque yo me las ingeniaba encender el ordenador, (sí, en esos tiempos se encendían con llave), y viciarme a jugar a todo tipo de juegos (disparos, estrategia, rol, deportes,...) sin ningún tipo de control ya que no tenía ningún tipo de control. En definitiva, tuve muchos problemas gracias a mis ingeniosas habilidades para encenderlo y sabotear contraseñas, y no sólo por los virus que en ese tiempo viajaban a través de grandes disquetes cuadrados. Quizás si hubiese estado educado para hacer un buen uso de ese ordenador, esos años hubiesen sido más alegres y menos sombríos y llenos de incursiones nocturnas, broncas y "desastres tecnológicos".
¡Feliz semana a todos!
Eduard y Adrián
¿No tengo entrada de la exploradora esta semana?
ResponderEliminarNo sabemos lo que ha pasado, la subió pero no se veía. Perdón
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